PASTOS FORRAJEROS
LA ALFALFA
Descripción morfológica:
Tiene crecimiento erecto, raíces vigorosas, profundas y
resistentes de las cuales emergen tallos que crecen entre 50-100 cm de altura,
con hojas trifoliadas. Sus flores de color morado; se presentan en racimos con
10-20 flores cada una.
Las semillas se encuentran en las vainas de formas espira
ladas que contienen entre dos y cinco granos.
Clima
Se adapta bien desde 0 hasta 3200 metros sobre el nivel
del mar, en zonas con temperatura entre 8 y 30 grados c y con precipitaciones
entre 1600 y 2000 mm al año. Requiere suelos sueltos con tendencia a la
naturalidad.
Tipos de suelos
Esta planta crece amolda a una amplia variedad de suelos
y climas especialmente adaptada a suelos profundos bien drenados y alcalinos.
Los suelos con menos de 60 centímetros de profundidad no son aconsejables para la
alfalfa.
Su sistema radicular muy profundo penetra en el subsuelo
y cuando las raíces mueren mejoran la estructura al dejar numerosos espacios,
para la circulación del aire y la percolación dela gua. Es una excelente
mejoradora de suelos.
Preparación del terreno
Antes de realizar la siembra es necesario conocer las
características del terreno como son:
·
El contenido de fósforo y potasio, condiciones de drenaje y sobre todo el ph.
·
Las labores de
preparación del terreno se inician con un subsolado (para remover las capas
profundas, sin voltearlas ni mezclarlas) que mejorara, toda la capacidad de
almacenamiento de agua del suelo.
·
Dado el pequeño tamaño
de la semilla de alfalfa, es necesario extremar los cuidados en la preparación
del suelo para su siembra.
·
Las labores se deben
efectuar con la acumulación de agua en el perfil, y llevar acabo un efectivo
control mecánico de las mezclas.
·
El cultivo que precede a
la alfalfa debe finalizar su ciclo lo suficientemente temprano para permitirle
al suelo re acumular humedad, con las lluvias de verano y otoño y además
permitirle dejar un rastrojo que sea poco voluminoso y limpio de mezclas o
enraizamiento, los cultivos como trigo, avena o centeno son los más indicados
como antecesores de alfalfa, pero en los últimos años se observa cada vez con
mayor frecuencia la siembra de pasturas sobre rastrojos de girasol y de maíz
precoz con marcado éxito.
Siembra
La siembra de la alfalfa requiere una preparación muy cuidadosa
para tener éxito en su implantación.
El suelo debe ser consistente y estar limpio, de malas
hierbas, gracias a un suficiente número de labores de grada y cultivador,
recomendándose el uso de rulos acanalados previo y posterior a la siembra.
Esta será muy superficial a 1 o 2 cm de profundidad
solamente, dado el escaso tamaño de la semilla y a su debilidad para alcanzar
la superficie.
La siembra se efectúa a voleo o con sembradora de líneas
adaptada, la distancia entre surcos será de unos 15 – 20 cm.
La cantidad de semilla empleada será de unos 25 – 35
kilogramo/ha. En el nacimiento se deben conseguir entre 40 y 100 plantas por metro
cuadrado.
Tratamiento de pre siembra
Disminuyen la aparición de malas hierbas antes de la
emergencia de las plántulas, permitiendo la robustez de éstas antes de entrar
en competencia.Se trata fundamentalmente de gramíneas perennes riso matosas
como sinodón, dactilión, agropirón, repens, etc.
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